Al comenzar a buscar financiación, existen varios factores esenciales que debes tener en cuenta, como por ejemplo, la cantidad de dinero que deseas solicitar, el plazo de tiempo establecido para devolver el préstamo y, por último, el importe de las cuotas mensuales.
Además de esto, existe algo que naturalmente preocupa a los usuarios: las tasas de interés aplicadas, y qué comisiones u otros gastos asociados tendrán que abonar.
Estos factores están principalmente influenciados por la evaluación de solvencia del usuario, esto es, su situación económica (relación ingresos/gastos) y su historial crediticio.
En caso de la entidad considere que el riesgo de impago es demasiado elevado, tu préstamo no podrá ser concedido.
Esta situación puede cambiar si presentas un aval al solicitar tu préstamo.
Sin embargo, muchas entidades bancarias han tomado esto como costumbre y solicitan un aval incluso a usuarios con una buena situación económica, donde no tendría porqué ser un requisito.
En este artículo de nuestra guía financiera, te contamos más sobre qué es un aval, qué son los préstamos sin aval y cómo puedes solicitarlos. Además, detallamos las ventajas e inconvenientes de cada uno.
¿Qué es un aval?
Un aval representa la garantía de pago de un préstamo, generalmente de cantidad elevada.
En casos como las hipotecas o los préstamos para vehículos, el aval viene adherido a la solicitud del préstamo: al ser este dinero utilizado para la compra de una vivienda o un vehículo, el banco podrá reclamar estos bienes en caso de incumplir varias cuotas de pago.
En el caso de los avalistas, se trata de terceras personas que presentan sus bienes o ingresos como garantías de pago, respaldando así la evaluación de solvencia del solicitante. Esto ocurre con personas que no tienen ingresos suficientes para que su préstamo sea concedido.
Por ello, cuando solicitas un préstamo con aval, es importante que estés absolutamente seguro de que serás capaz de reembolsar la cantidad prestada, pues un impago podría resultar en el embargo de tus bienes o los de tus seres queridos, en caso de que alguien haya respaldado tu pago.
Dado que las circunstancias financieras pueden cambiar de un día para otro, cada vez más españoles se decantan por la solicitud de un préstamo sin aval.
¿Qué son los préstamos sin aval?
Tal y como su nombre indica, a diferencia de los préstamos con aval, los préstamos sin aval podrán ser concedidos sin necesidad de presentar una garantía de pago.
En los casos de los préstamos sin aval, la solvencia del usuario se evaluará basándose en sus ingresos y gastos mensuales, así como en su situación personal (por ejemplo, si cuenta con un trabajo fijo) y su historial crediticio, prestando especial importancia a si el usuario se encuentra listado en algún registro de morosidad, como ASNEF.
Sin embargo, es posible que el hecho de la cambiante situación económica suponga que los costes asociados al préstamo sin aval sean un poco más elevados, ya que la entidad prestamista se enfrenta a una mayor situación de incertidumbre en cuanto al riesgo de impago.
En este caso, la mejor solución es comparar las diferentes ofertas de préstamo, en conjunto con sus condiciones y características, y determinar cuál es la mejor opción para tu situación.
Si estás considerando solicitar un préstamo sin aval online, hay varias ventajas asociadas. Por ejemplo, las entidades crediticias son mucho menos exigentes a la hora de que justifiques la finalidad de tu dinero.
Además de esto, los préstamos sin nómina ni aval online llevan consigo la gran ventaja de evitar el papeleo normalmente asociado a los bancos, por lo que el proceso de solicitud del préstamo es increíblemente rápido.
¿Tienes dudas acerca de cuál elegir? Desde Matchbanker te hemos preparado una guía visual que esperemos que te ayude a evaluar si solicitar un préstamo sin aval es la mejor solución para ti.