Reunificar las deudas que tienes además de la hipoteca es una alternativa que le da un uso importante a la hipoteca. Si estás haciendo frente a muchos préstamos o créditos y las cuotas te están volviendo loco, puedes agrupar todas esas deudas en un único préstamo hipotecario con tu vivienda como garantía.
La fórmula de refinanciar con una hipoteca implica aportar la vivienda que tienes en propiedad, donde seguramente vives, como garantía. Seguirás viviendo allí y disfrutando de ella. Lo que harás será agrupar deudas por valor total de cada una de ellas de forma acumulada. Es una opción a considerar para deudas que no sean muy elevadas en su totalidad (por ejemplo, el coche y alguna reforma, con un máximo de unos 30.000 euros en total).
Reunificar préstamos sin hipoteca
El objetivo de la reunificación sin aval ni hipoteca es que puedas solucionar la operación mediante un préstamo personal.
Ten en cuenta que la reunificación de deudas por importes muy elevados hace que las entidades suelan requerir al titular la aportación de algún aval o garantía para cubrir el posible pago de la nueva deuda: puede ser un aval solidario (una persona), pero lo más habitual es un bien, como un vehículo o especialmente una propiedad (hipoteca), ya que en este caso se permite refinanciar préstamos por importes muy elevados, hasta un porcentaje importante del valor de la vivienda.
Si no dispones de vivienda que hipotecar, en primer lugar, debes calcular exactamente el importe que debes de cada una de tus deudas actuales, porque el préstamo por refinanciación o reunificación deberá ser un poco superior a ese importe.
El nuevo préstamo personal tendrá sus propios intereses y condiciones independientemente de los anteriores, así que es algo en lo que debes fijarte encarecidamente. Si has decidido elegir esta opción del préstamo personal, recuerda que es mejor que las deudas no sean muy grandes.
Del mismo modo que ocurre en los préstamos personales normales, la reunificación de deudas para una entidad significa un riesgo adicional, así que las entidades financieras van a solicitar algún aval si el importe supera ciertos límites que ellos consideran superiores a tus capacidades para hacer frente a los pagos pactados por el nuevo préstamo.
La reunificación de deudas sin hipoteca y sin aval
Como hemos subrayado, la presencia de un aval solidario (una persona) que avale el préstamo que vas a conseguir es un valor añadido que aumenta las posibilidades de que la solicitud de reunificación de deudas sea aprobada. Pero no es el único camino. Si no dispones de un avalista y no tienes avales ni hipotecas en forma de bienes patrimoniales, sigues teniendo opciones para que las entidades financieras aprueben con respuesta afirmativa tu solicitud.
En primer lugar, uno de los caminos es proponer un cotitular Un cotitular del préstamo es una persona cercana, normalmente la pareja u otro familiar con el que convivas, que se incluye en la solicitud del préstamo de reunificación de deudas. Si este cotitular tiene ingresos fijos propios porque trabaja o cobra alguna prestación, se incrementa el volumen de ingresos estables con los que pagar las cuotas del préstamo de reunificación, así que se reduce el riesgo de impago. Las entidades financieras como las que trabajan con Matchbanker valoran muy positivamente la introducción de cotitulares, así que maximiza las opciones de obtener respuesta afirmativa.